Ah, el latrocinio vil y abyecto, ¿qué sería de los dungeons si no hay saqueadores para expoliarlos? Aquí tenéis una versión más oscura y más clara de un aventurero metiendo la mano donde no debería.
También la profanación de un templo a los dioses oscuros donde esa espada sin duda va a desatar una trampa mortal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario